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Premios Profesor Julio Pérez al Compromiso Educativo 2011.

El pasado 24 de junio se entregaron por parte del alcalde de Rivas Vaciamadrid, José Masa, los Primeros Premios al compromiso educativo con el nombre de Profesor Julio Pérez, en homenaje al que fuera profesor y director del hasta hace poco denominado IES Lázaro Carreter, y que ahora lleva su nombre.

El Consejo Municipal de Educación del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid falló los premios de esta primera convocatoria en el mes de mayo y me otorgó el premio al Compromiso educativo en el apartado de Profesorado.

Al recoger el premio miré al cielo y apunté con el dedo en esa dirección queriendo, de forma simbólica, apuntar a Julio y dedicarle este premio y, en su nombre, a todos los profesores y maestros de Rivas que luchan cada día por hacer de la educación pública un espacio de encuentro, educación, compromiso y cooperación.

Me hace especial ilusión este premio por el nombre que lleva y porque está referido al compromiso, una palabra especial para mí, y que representa la esencia de lo que yo entiendo debe ser la actuación de un docente para con sus alumnos.

He cumplido ahora 30 años al servicio de la escuela pública y más allá de errores y aciertos como docente, me considero satisfecho del recorrido; creo que mi compromiso ha sido siempre constante en lo que se refiere a la defensa de los derechos de los más débiles en el entramado educativo: los alumnos. Nunca he mirado para otro lado ante los problemas que planteaban, he desarrollado el sentido de la empatía más allá de lo aconsejable, he ayudado todo lo que he podido ante las injusticias y los comportamientos inadecuados fueran de alumnos, padres o profesores.

La prueba del nueve de mi compromiso con mis alumnos la voy a pasar dentro de unos días, cuando acuda a un juicio en calidad de presunto culpable por supuestas amenazas e injurias a una profesora de mi centro. Mi delito fue salir en defensa de una alumna rumana de la que soy de forma voluntaria tutor individual. En este juicio intentaré demostrar ante el juez que el compromiso educativo de un profesor debe estar siempre por encima de su vanidad y sentimiento de superioridad respecto de los alumnos a los que trata de educar. Nunca he soportado ni soportaré que alguien pueda hacer algo inadecuado y, sencillamente, no pase nada porque lo hace en la escuela pública.

Mi compromiso con el compromiso educativo es irrenunciable y es así como he llegado a estos 30 años como docente en la escuela pública y así pienso llegar hasta el final. Este premio me da alas y me reafirma en el camino a seguir y me recuerda aún más la figura de Julio Pérez, un ejemplo de entrega a su alumnado y compromiso con la maravillosa tarea de educar en el espacio público y a pecho descubierto. Compromiso, entrega y pasión, tres valores esenciales al servicio de una escuela pública multicultural, solidaria y digna.
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