Comunícate. Carpe Diem.

Esta conversación que comparto contigo ahora se desliza por un mundo imprevisible, mágico y transcendental: la comunicación. Para mí, una verdadera obsesión desde el primer día en que Manolo, un amigo con parálisis cerebral, me miró a los ojos fijamente y me hizo descubrir la fuerza de la comunicación más allá de las palabras y los gestos.

Gracias a él he trabajado de forma incansable por desarrollar mis torpes herramientas para comunicarme; estrategias para escudriñar cada gesto y cada elemento susceptible de portar comunicación, para la empatía. Manolo es para mí, además de amigo, un referente en el arte de la comunicación. No he visto jamás unos ojos que acaricien tanto, que transmitan tanto, que demanden tanto... Su mirada es un libro abierto con completísimos capítulos acerca de la empatía, el afecto, el deseo, las emociones, la resignación, el esfuerzo por llegar allí donde está prohibido, o es poco recomendable o, simplemente, mal visto...

Carpe Diem, Manolo.

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