Comunicarse en parálisis cerebral.
Aunque no me gusta nada, he utilizado el término parálisis cerebral porque así nos entendemos de forma más rápida y concisa; es uno de los defectos de nuestra comunicación verbal: empleando de forma incorrecta los conceptos y las palabras y encima nos entendemos perfectamente. El caso es que lo que hago ahora es compartir contigo una breve presentación con pinceladas sobre un tema apasionante: la comunicación con personas que llevan tatuadas en su piel las secuelas de una lesión cerebral.
Afortunadamente para mí, he tenido no pocas experiencias personales en este campo; muchas, durante muchos años y con muchas y variadas personas. Manolo, Mavi, Fernando, Juan, Bruno, Paco, entre otros y otras me han enseñado hasta la saciedad cuales son las claves de una comunicación interpersonal basada en el gesto, la mirada, la caricia, la postura, la insinuación, la sutileza de un parpadeo. Una comunicación que ha de producirse cuando las palabras no se pueden articular, cuando las muecas de la boca son incontrolables y cuando la ansiedad por querer llegar más allá de los límites que imponen de forma inexorable las huellas de aquella maldita anoxia el día del parto produce un desagradable sentimiento de impotencia.
Comunicarse en estas circunstancias tiene un mérito notable; ellos son los verdaderos especialistas y expertos en comunicación no verbal. Han desarrollado increíbles pasillos de comunicación gestual que traducen con meridiana claridad sentimientos, emociones y pensamientos. Y no sólo eso, son capaces de enseñarlo a los demás; yo me considero un alumno aventajado y creo que estoy en disposición de dar una clase magistral al albur de los datos y experiencias acumuladas durante tanto tiempo.
Antes de que te adentres en el visionado de la presentación una cosa más: nunca minusvalores las capacidades de estas gentes ni pienses que con lograr que sean capaces de manifestar sus necesidades ya está todo hecho. Te aseguro que nunca un gesto o una mirada proveniente de un cuerpo diezmado desde el punto de vista neuromuscular por una lesión cerebral ha sido capaz de transmitir más emociones... Qué suerte he tenido de haberos conocido. Lo que me habéis enseñado lo utilizo cada día para indagar en ese maravillo y profundo pozo sin fondo de las sensaciones y las emociones.

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