Comunicarse en disCAPACIDAD INTELECTUAL.

En esta presentación que subo al blog con estos calores veraniegos pretende aportar un poco de luz al tema de la comunicación con personas que en situación de discapacidad por causas de tipo cognitivo, intelectual, mental.

Son personas que por muy diversas circunstancias tienen un menor nivel cognitivo o un lento desarrollo en su evolución intelectual. En muchos casos necesitan la tutela y ayuda de los suyos para poder progresar en la vida en las mejores condiciones posibles y con la meta, siempre, de apurar todos sus potenciales.

Personas a las que siempre solemos atribuir per se menos capacidades y habilidades sociales de las que realmente poseen, menos oportunidades de relación porque tienen una expresión rara, menos espacios para la interacción porque no se entran de nada.

Mi experiencia me dice, sin embargo, que a estas personas dándoles oportunidades como a los demás, tiempos y espacios para que se desenvuelvan de forma natural y tratándoles como tratamos a las demás personas, desarrollan mucho más y mejor todas sus capacidades, que no son pocas, y expectativas.

Es muy importante prever y proveer un contexto situacional adecuado a sus características, donde se encuentren a gusto y donde el entorno les demande interacciones adecuadas a sus posibilidades y necesidades; dende se valore de forma objetiva y realista sus características personales, sus formas de comportarse ante diversos estímulos y sus puntos fuertes y débiles en la comunicación con los demás; eliminar en la medida de lo posible las interferencias, ruidos y variables del contexto que pueden provocar miedo, recelo o desinhibición; su estado emocional y los apoyos que necesita para estar en condiciones de dar lo mejor de sí en cada interacción.

Las personas no podemos relacionarnos de forma completa y satisfactoria si dejamos al margen las emociones y los sentimientos y a mí me da la impresión de que con demasiada frecuencia a estas personas les teledirigimos sus conductas y en gran medida les impedimos relacionarse con sus propias emociones y sus propios sentimientos.

Como verás en la presentación, lo que propongo es una relación más exigente y cuidadosa con estas personas en las que a mayor déficit cognitivo se impone una utilización de la comunicación no verbal. Una comunicación menos oral y más de contacto, menos cognitiva y más sensorial, de menos explicaciones y más caricias.

Se trata, en definitiva, de utilizar el para lenguaje, las posturas, las miradas, los contactos físicos, la proemial y los factores del entorno a las características y necesidades de las personas con un menor potencial intelectual. Pero no te equivoque, sólo es una menor capacidad intelectual, nunca una nula capacidad cognitiva, nunca una nula capacidad de expresar, sentir, demandar afecto y querer compartir emociones y sentimientos.

Quizás el problema esté en nosotros, los que ellos necesitan para ser más, los que estamos para darles ese empujón que necesitan para progresar en la vida. Necesitan que les demos confianza y seguridad, afecto no-paternalismo, cariño no sobre proteccionismo, refuerzos positivos que les animen a la expresividad y a la creatividad, que les hablemos con frases cortas e inteligibles, que puedan visualizar lo que les decimos, pues lo entienden todo antes y mejor por los ojos que por los oídos.

Para terminar una simple observación: establecer contacto visual o no hacerlo puede cambiar radicalmente el sentido de una interacción; mírales a los ojos, déjate penetrar por su mirada, cuando los ojos de uno y otro se encuentran se produce una sintonía básicamente de ser humano a ser humano, capaz de hacer aflorar desde lo más adentro de uno las pasiones y emociones más inconfesables, aunque tu cociente de inteligencia diste poco o mucho de la media. Es cuestión de saberse seres humanos.

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